Si bien antiguamente se asociaba la imagen de una persona mayor con una arcada dental deteriorada, hoy las campañas de prevención y los avances tecnológicos permiten a ese individuo lucir una sonrisa más saludable.
Un estudio publicado por el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial (National Institute of Dental and Craniofacial Research) demostró que la tasa de desdentados bajó un 60% desde 1960 entre personas con edades entre 55 y 64 años.
Sin embargo, pese a los desarrollos científicos, el envejecimiento inevitablemente trae consecuencias para la salud oral, como el oscurecimiento y el desgaste de los dientes. Con el paso de los años, el esmalte se vuelve más opaco, la sensibilidad dental disminuye y los dientes se tornan más vulnerables.
Conozca cuáles son los principales cambios dentales debido al envejecimiento:
Esmalte: El esmalte dental es la primera capa que recubre los dientes y representa la sustancia más dura de todo nuestro organismo. Su principal función es proteger el diente contra los agentes externos. Con el paso del tiempo, esta sustancia se va gastando, y a esto le llamamos la desmineralización, predisponiendo a la aparición de caries y otras lesiones. Efectivamente, toda alteración del esmalte facilita el ataque bacteriano, además de darle una apariencia opaca y plana a los dientes.
Dentina: Se encuentra por debajo del esmalte y es la principal responsable de la sensibilidad de los dientes. El envejecimiento general provoca la obturación progresiva de los túbulos dentales, que implica una disminución de la sensibilidad y una mayor dificultad para los tratamientos de conductos.
Pulpa: Es el tejido que se encuentra en el interior de los dientes y está conformado por nervios, vasos sanguíneos y otras células especializadas. Con el paso del tiempo, el volumen pulpal decrece, produciendo una reducción de la vascularización, disminución del aporte sanguíneo y, como consecuencia, el diente se vuelve una estructura más vulnerable y menos sensible a los estímulos.
Además, la presencia de caries y algunos hábitos diarios – como la fricción de los dientes, el desgaste causado por el cepillado abrasivo, entre otros – pueden acelerar el proceso de envejecimiento bucal.
La buena higiene oral y los cuidados dentales regulares son importantes durante toda la vida, sin importar la edad. Mantener una buena higiene oral en el hogar y visitar el dentista regularmente son prácticas que pueden evitar muchos problemas dentales en el futuro.
Mantener una buena higiene oral en el hogar y visitar el dentista regularmente son prácticas que pueden evitar muchos problemas dentales en el futuro.