La enfermedad de las encías favorece una mayor mortalidad, sobre todo por su interrelación con la diabetes y con la enfermedad cardiovascular
Tener una buena salud periodontal eleva la longevidad. Así de contundente se ha mostrado Iain Chapple, profesor de Periodoncia en la Universidad de Birmingham (Reino Unido). Este experto asegura que «la periodontitis y la pérdida de dientes se asocia con un aumento de la mortalidad por cualquier causa», ha identificado las principales causas de mortalidad en la población de los países desarrollados (la mayor parte de ellas modificables), así como ha puesto el acento en la importancia que tiene la salud periodontal en la longevidad de la población; igualmente, ha profundizado en los mecanismos que interrelacionan a la periodontitis con la diabetes y el estrés oxidativo.
La periodontitis favorece una mayor mortalidad, sobre todo por su interrelación con la diabetes y con la enfermedad cardiovascular. La evidencia en este ámbito es ya tan sólida que, incluso, se sugiere que las consultas odontológicas no solo permiten cuidar la salud bucal de la población, sino que también pueden advertir sobre problemas de salud incipientes, ayudar a controlar los ya existentes o, incluso, a prevenir la aparición de algunos de ellos.
La periodontitis es una comorbilidad muy frecuente en nuestro medio que, según trabajos mostrados por Iain Chapple, «eleva el impacto de la inflamación sistémica y puede incrementar el riesgo de aterogénesis».
El mayor paradigma en este nuevo enfoque de la periodontitis se encuentra en una enfermedad como la diabetes. Y es que, entre otras cosas, se ha demostrado que una periodontitis avanzada afecta negativamente al control de la glucemia en diabéticos, así como eleva el nivel de glucemia en personas no diabéticas. Tal y como ha destacado Chapple, «en diabéticos, existe una relación directa y dosis-dependiente entre la gravedad de la periodontitis y las complicaciones de la diabetes». Además, recientes evidencias apuntan a que las personas con una periodontitis grave tienen un riesgo aumentado de desarrollar una diabetes.
Estos efectos perniciosos de la periodontitis en la diabetes, y viceversa, pueden deberse a distintos factores; sin embargo, a juicio de Chapple, «existe plausibilidad biológica de la hipótesis que sugiere que el aumento de la inflamación sistémica que resulta de la entrada de bacterias periodontales en el torrente sanguíneo y sus factores de virulencia dentro de la circulación pueden explicar esta asociación entre periodontitis y diabetes». En este contexto, también se ha apuntado el efecto de la periodontitis sobre el equilibrio oxidativo en el organismo, «potenciando los mecanismos de estrés oxidativo que, de esta forma, desencadenarían también otras enfermedades», afirmó el experto británico.
Estrés oxidativo
La coexistencia de diabetes tipo 2 y periodontitis se asocia con signos de estrés oxidativo, inflamación elevada y dislipemia. Para Iain Chapple, «el incremento de estrés oxidativo que resulta evidente cuando concurren diabetes y periodontitis puede contribuir al desarrollo de dislipemia y a la disminución de la función de las células beta (una característica de los diabéticos)».
Un hecho especialmente relevante es que se ha confirmado como el control de la glucemia es sensiblemente peor en los diabéticos con periodontitis que en aquellos que no lo son y, viceversa, un mejor control de la enfermedad periodontal facilita el manejo de los diabéticos. Recientes estudios han demostrado, además, que llevar a cabo un tratamiento periodontal se asocia con una reducción aproximada de 0.4% en la hemoglobina glIcosilada (HbA1C) a los 3 meses, un efecto clínico que es similar al que se consigue con la introducción de un segundo fármaco en la estrategia de tratamiento antidiabético.